Su castillo está totalmente derruído pero la muralla se conserva muy bien, así como dos de sus puertas, la del Azogue
y la del Arco de la Villa.
Se puede pasear por lo alto de la muralla y disfrutar de unas vistas de la meseta castellana que quitan el hipo, máxime un día como ayer que todo lo que alcanzaba nuestra vista era como un mar verde ya que está el trigo en todo su esplendor.
El pueblo tiene unos doscientos treinta habitantes, y doce librerías especializadas en libros de naturaleza, cultura tradicional, historia, etnografía, rarezas o libros descatalogados. Una se dedica a hacer trabajos de caligrafía antigua y moderna, reproducciones de manuscritos, etc. En otra personalizan los libros o los cuentos. Otra es una enoblioteca, así cada una es distinta a las demás. Tienen varios museos, una tienda de juguetes artesanales, y muchas actividades culturales a lo largo del año.
Se puede visitar la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, de estilo gótico-renacentista y a unos dos kms. de la villa, fuera de sus muros, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, la que dicen que es la joya de la villa de Urueña.
Se trata de la única obra de estilo románico catalán en tierras de Castilla y León y se edifició sobre la iglesia de un monasterio mozárabe del siglo X.
Una guía nos llevó hasta allí para enseñárnosla y explicarnos un poco su historia.
De allí nos fuimos a San Cebrián de Mazote a visitar su iglesia, de San Cipriano. La más grande de España de estilo mozárabe, según la señorita que nos la enseñó. Un hermoso ejemplo de este arte, con grandes columnas de mármol todas distintas entre sí, con sus capiteles también distintos y bellamente adornados, muy bien conservados. Una joyita también.
La Santa Espina es un monasterio cisterciense en el que se conserva una preciosa sala capitular, sus dos claustros o la iglesia de unas dimensiones admirables.
Ahora pertenece a la Junta y allí se forman los futuros capataces agrícolas. Posee una colección única de mariposas que solo se puede ver los fines de semana.
En cuanto a nuestro pueblo, también celebró el día del libro con la presentación del tercer volumen de la trilogía dedicada a Íñigo Aldai, un caballero al servicio de Don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, escrita por Alfonso Martínez.
El primero de los libros se titula Íñigo Aldai y la apuesta del Rey. El segundo, Íñigo Aldai y la venganza del Regidor. El tercero y último Íñigo Aldai y el juicio de Dios.
La trilogía, cuya acción se desarrolla a lo largo de 1212 y 1213 en los reinos de Castilla y León es un buen ejemplo de las novelas de caballería románticas y ha sido calificada por la crítica como "una historia medieval sobre valores atemporales".
Después hubo un pequeño coloquio y Alfonso firmó ejemplares del libro.
Además hoy se entregaron los premios del concurso de relatos cortos. No pude asistir, pero si os interesa saber quien fueron los ganadores podéis verlo en la página web del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo. El concurso fue todo un éxito de participación así que esperamos que pueda seguir organizándose.